Para el proceso productivo, Micoinnova cuenta con una nave climatizada repartida en 18 salas de cultivos, una sala de manipulación de producto, sala de etiquetado y plastificado y cámara de frío para conservar el producto final. También cuenta con zonas de uso común para los trabajadores con comedor, vestuarios, oficina y aseos.
En esta nave se realizan todo el proceso productivo para la obtención de la seta común, desde la colocación del compost inoculado hasta su posterior envío.
Las salas de cultivo están compuestas por dos estanterías con 6 filas cada una. Estas estanterías se ubican dejando un pasillo central y lateral para poder agilizar la recolección y el cultivo. Cada estantería tiene una capacidad para sembrar 90 paquetes, hasta un total de 1080.
Se le aporta al compost las condiciones de temperatura necesaria para que el micelio se desarrolle rápida y vigorosamente. Los paquetes tienen que mantener en el centro de los mismos una temperatura constante de 32ºC durante 2-3 semanas según la variedad sembrada.
Una vez el micelio ha invadido completamente el paquete, se procede a la fructificación del mismo. Entre 24 y 48 horas se baja la temperatura del compost de 30 ºC a 20 ºC.
Se le da a la seta en crecimiento las condiciones de temperatura, humedad y CO2 óptimas para su correcto desarrollo. Se prioriza la temperatura del ambiente, manteniéndola entre 12-15 ºC, y el compost un par de grados superior al ambiente. La humedad aumenta progresivamente junto al crecimiento de la seta, comenzando en un 74% y terminando entre un 88 y un 90%. Los niveles de C02 permanecen entre 600-650 ppm.
Pasadas entre 2 y 3 semanas, la seta está lista para ser recogida. Durante una semana se recolecta una media de 600 kg/día. Las setas recolectadas se depositan en cajas para su traslado a cámara frigorífica y su posterior manipulación. Para facilitar este proceso, se mantienen en frío durante 24 horas antes de su manipulación.
Terminada la recolección, se extraen los paquetes de compost agotados y se limpia y desinfecta la sala, dejándola vacía durante una semana. Después de ese tiempo vuelve a comenzar el proceso productivo.
En cada una de las fases del proceso productivo se realiza un exhaustivo control de calidad, para que todos los productos obtenidos tengan la máxima calidad.